La crisis inmobiliaria causa el primer
descenso de la producción de cemento en una década
Los expertos aseguran que cada vivienda que se construye da trabajo a dos personas. Por este motivo, al igual que cuando EE. UU. estornuda el resto del mundo se constipa, los claros síntomas del malestar del sector de la construcción van contagiando su catarro a todo lo que le rodea. Las cementeras valencianas comienzan a tropezar con la realidad de la coyuntura económica, especialmente con la del sector de la edificación residencial.'El sector lo estaba esperando, pues hasta hace unos meses se trabajaba de forma intensiva por la anterior demanda inmobiliaria, y ahora se están manifestando los primeros síntomas de normalización', señalaron fuentes de las cementeras valencianas, que ante el cariz que toman los acontecimientos han comenzado a potenciar las ventas en el mercado exterior, de modo que las exportaciones en enero crecieron un 18 por ciento respecto a enero de 2007.La utilización de cemento en los últimos doce meses, entre febrero de 2007 a enero de 2008, bajó un 1,4 por ciento y el descenso del consumo el mes pasado, respecto a enero de 2007, es del 8 por ciento, según las cementeras valencianas, que atribuyen esta bajada 'al descenso de la edificación residencial registrado en los últimos meses y al parón de la obra pública provocado por la época electoral en la que nos encontramos'. Los cementeros reconocen que el descenso en la edificación 'provocará un punto de inflexión'.Cerca de 700 personas están empleadas directamente en las cuatro grandes fábricas de cemento que operan en la Comunitat (en Alicante, San Vicente del Raspeig, Sagunto y Buñol), que tienen capacidad para producir más de tres millones de toneladas de cemento al año. Concretamente, en Buñol, se inauguró a finales del año pasado el mayor centro de producción mundial de cemento blanco.El ritmo de trabajo ha descendido en las cementeras de la Comunitat. Si bien no se está mano sobre mano, sino en un ritmo productivo calificado como 'el normal', ya que los años de bonanza, especialmente 2006, eran considerados fuera de toda lógica. 'Era algo que ya estaba previsto, porque lo de los últimos años no era en absoluto normal', indicaron fuentes de las empresas cementeras valencianas. La producción de cemento en enero decreció un 11,7 por ciento, un dato que acompaña la caída de un 4 por ciento registrada en 2007, primer año de descenso en la producción de cemento desde 1996.De la mano de las cementeras, según las citadas fuentes, van las plantas de hormigón y mortero, así como las canteras de las que se extraen los áridos que sirven como materia prima.El consumo se redujo en cerca de un 10 por ciento en diciembre, una caída que continuó, aunque un poco menos acentudada, en enero de 2008 respecto al mismo mes del año anterior.Las fábricas de cemento son, al fin y al cabo, un eslabón más de una larga cadena. 'La industria auxiliar vinculada a la construcción lo está pasando mal porque su riesgo está poco diversificado y no pueden apoyarse, como nosotros, en la obra pública', señalaron desde las cementeras valencianas.Las inmobiliarias fueron las primeras en notar los efectos de la crisis, que se ha llevado por delante casi 40.000 puestos de venta, según el Consejo General de Colegios de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria. Eso supone una destrucción de empleo de cerca de 120.000 empleos en toda España.A partir de ahí, y como si se tratase de una espiral de malas noticias, el resto de elementos de la cadena de la construcción está sufriendo el efecto del estancamiento. 'Notarse sí que se nota', explicó Vicente Moreno, pulidor, quien matizó que 'a nivel particular, en el sector de la vivienda de segunda mano se nota menos, quizá se reciben pedidos con menos alegría, pero la actividad no se ha detenido. Sin embargo, en la primera vivienda sí se ve más el parón'. Porcelanosa anunció que apostará por potenciar la exportación en mercados que habían quedado abandonados ''ante la fuerte demanda que España ha estado mostrando durante los últimos años', según señalaron recientemente las webs económicas especializadas, donde también se indica que Roca ha congelado sus inversiones en España, evitando realizar gastos notables más alla de los costes de mantenimiento de sus instalaciones.'El problema es que no se empiezan obras, y a partir de ahí, todo se queda parado y la gente se tiene que buscar la vida con reformas y pequeñas chapuzas, lo cual permite aumentar el trabajo en la vivienda usada', señaló Moreno, quien relató que entre los profesionales 'todo el mundo en el sector lo comenta'. Instaladores de cocinas, chapistas, fontaneros, cristaleros, empresas de suministros, transportistas... de una manera u otra, miles de valencianos se ven involucrados en la situación.José Sanz, instalador de cocinas jubilado anticipadamente, pero aún con muchos compañeros carpinteros en activo, coincide con el pulidor. 'No se empiezan obras, no se piden muebles, no se piden electrodométicos, los marmolistas están parados y los que pueden, como los fontaneros, electricistas, pintores y demás se buscan la vida con chapuzas', explicó el carpintero.'Si antes entraban a la semana siete peticiones de presupuestos para bloques de vivienda con más de medio centenar de pisos, ahora entran un par de demandas de presupuesto al mes, y para fincas más pequeñas', señalaron fuentes de Casa Forés S. L., una empresa que trabaja habitualmente con promotores de obra nueva.Adolfo Forés aseguró, además, que lo peor 'no va a ser este año, sino el que viene, porque no se empiezan trabajos. Hay gente que ya se ha ido a pique y los promotores están en ascuas. Dicen que no saben si se está vendiendo caro o barato, porque nadie va a preguntar por los pisos'.'El negocio de la reforma privada está bien, pero también se va a resentir, porque se van a encontrar con gente que se ha quedado en el paro y que va a hacer cualquier cosa, por lo que los precios bajarán sí o sí', vaticinaron desde Casa Forés, firma de prestigio que ofrece productos y servicios eléctricos y que espera al año que viene 'para ver cómo se ordena todo, sobre todo el precio del nuevo suelo que se vaya poniendo en venta'.
Terra Actualidad - VMT
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